El Servicio Meteorológico Japonés ha emitido por primera vez una alerta de "megaterremoto", indicando que la posibilidad de un “terremoto a gran escala” es “relativamente más alta de lo habitual”. Aunque el peligro no es inminente y no se tiene certeza de que ocurra un terremoto en un período de tiempo específico, las autoridades han advertido a los residentes que tomen medidas de prevención y estén alerta en los próximos siete días.
La alerta se originó tras un temblor de 7.1 de magnitud ocurrido el pasado jueves en la fosa Nankai, ubicada en el Océano Pacífico frente a la costa sur de Japón. Este sismo llevó al servicio meteorológico a emitir una alerta de tsunami, que posteriormente fue descartada. Además, el viernes se registró un temblor menor de 5.3 en la Prefectura de Kanagawa, al sur de Tokio, que resultó en 16 personas con lesiones leves.
La fosa Nankai es conocida por su actividad sísmica y ha sido el origen de varios terremotos devastadores en el pasado. En 1854, dos terremotos consecutivos causaron tsunamis que resultaron en la muerte de unas 3,000 personas. En 1944 y 1946, dos sismos gemelos provocaron la muerte de 1,200 y 1,300 personas respectivamente.
Un estudio realizado en 2022 por el Comité de Investigación de Terremotos de Japón estimó que existe entre un 70% y 80% de probabilidad de que ocurra un terremoto mayor a lo largo de esta falla en los próximos 30 años. Se estima que un evento de esta magnitud podría causar daños y pérdidas de hasta 8.4 billones de dólares (1,240 billones de yenes).
La alerta también provocó que el Primer Ministro japonés, Fumio Kishida, cancelara un viaje programado a varios países de Asia central. Aunque la alerta no significa una certeza inmediata de un terremoto, se recomienda a la población mantenerse informada y seguir las instrucciones de los gobiernos locales.