Francia vive una sacudida en su industria digital tras la decisión de P0rnhub y otras plataformas de contenido para adultos de abandonar el país, en protesta por una nueva ley que exige sistemas estrictos de verificación de edad. La normativa, que busca proteger a los menores del acceso a contenido inapropiado, obliga a los usuarios a presentar documentos oficiales como pasaporte o identificación para acceder a estas páginas.

La empresa matriz de P0rnhub, Aylo Freesites, calificó la medida como “peligrosa”, argumentando que pone en riesgo la privacidad de los usuarios. En su lugar, propone una verificación de edad en los propios dispositivos, con la colaboración de Google y Apple, para evitar que las plataformas gestionen directamente los datos sensibles.

Este debate se extiende más allá de Francia. La Unión Europea investiga si estas plataformas violan las leyes de protección de menores, y países como España ya exploran soluciones como el «pajaporte», una identificación digital que podría convertirse en modelo europeo.

Mientras tanto, la controversia sigue creciendo entre quienes priorizan la seguridad infantil y quienes alertan sobre los riesgos a la privacidad y el control digital.