Las autoridades aduaneras italianas han revelado la incautación de más de 3 toneladas de equipos militares provenientes de China, destinados a Libia, en un operativo llevado a cabo a finales de junio en el puerto de Gioia Tauro, en el sur de Italia.

El buque portacontenedores implicado en el suceso navegaba con documentación que certificaba el transporte de “componentes para el montaje de aerogeneradores”. Sin embargo, los funcionarios de la Agenzia Dogane e Monopoli solicitaron un control adicional al notar irregularidades en los papeles presentados por la tripulación.

La carga fue sometida a un escaneo de rayos X, lo que permitió descubrir que los contenedores ocultaban fuselajes y alas de drones militares Wing Loong II desmontados. Estos vehículos aéreos no tripulados están diseñados para misiones de vigilancia, reconocimiento aéreo y ataques de precisión, capaces de equipar bombas o misiles.

Además de los drones, las autoridades también encontraron dos estaciones de control de drones. A pesar de que no se detectaron armas, el envío fue incautado debido al embargo de armas impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU a Libia en 2011. Este embargo, calificado en varias ocasiones como “ineficaz”, pretende prevenir la entrega de equipos militares a las facciones en conflicto en Libia.

Se sospecha que el cargamento, si no hubiera sido interceptado, habría sido transferido a otro buque con destino a Bengasi, en Libia, para ser entregado a Khalifa Haftar. Haftar, líder de las fuerzas del este de Libia, mantiene sólidos lazos con Moscú y ha intentado derrocar al gobierno reconocido por la ONU en Trípoli en el pasado.

Esta incautación destaca la importancia de los controles aduaneros y la cooperación internacional para impedir el tráfico ilegal de equipos militares, particularmente en regiones afectadas por conflictos.