Un exoplaneta recientemente descubierto, denominado Gliese 12 b, ha captado la atención de la comunidad científica debido a sus temperaturas superficiales templadas, similares a las de la Tierra. Este exoplaneta, comparable en tamaño a Venus pero ligeramente más pequeño que la Tierra, ofrece una oportunidad única para estudiar la posibilidad de que planetas de tamaño terrestre en órbita alrededor de estrellas enanas rojas puedan retener sus atmósferas y potencialmente albergar vida.

Gliese 12 b orbita su estrella anfitriona, la enana roja Gliese 12, a una distancia extremadamente cercana, apenas el 7% de la distancia entre la Tierra y el Sol. Debido a esta proximidad, un año en Gliese 12 b dura solo 12,8 días terrestres. A pesar de recibir 1,6 veces más energía de su estrella que la Tierra del Sol, el exoplaneta mantiene una temperatura superficial estimada de 107 grados Fahrenheit (42 grados Celsius), lo que lo convierte en uno de los exoplanetas más fríos descubiertos hasta ahora.

Según un estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, el siguiente paso para los astrónomos es determinar si Gliese 12 b tiene una atmósfera y, en caso afirmativo, analizar su composición y evaluar si el planeta puede albergar agua líquida estable en su superficie, un requisito previo esencial para la vida tal como la conocemos.

“Gliese 12 b representa uno de los mejores objetivos para estudiar si los planetas del tamaño de la Tierra que orbitan estrellas frías pueden retener sus atmósferas, un paso crucial para avanzar en nuestra comprensión de la habitabilidad en los planetas de nuestra galaxia”, explicó Shishir Dholakia, estudiante de doctorado en el Centro de Astrofísica de la Universidad del Sur de Queensland en Australia.

Gliese 12, la estrella anfitriona, tiene aproximadamente un 27% del tamaño de nuestro Sol y una temperatura superficial del 60% de la del Sol. A diferencia de muchas enanas rojas, que suelen ser altamente activas y emiten potentes llamaradas de rayos X, Gliese 12 no muestra signos de tal comportamiento extremo, lo que genera esperanzas de que la atmósfera de Gliese 12 b aún pueda estar intacta.

El Telescopio Espacial James Webb será fundamental para futuros estudios de la atmósfera del exoplaneta, utilizando espectroscopia de tránsito para analizar la luz filtrada a través de la atmósfera del planeta y revelar la presencia de diversos gases e indicadores de habitabilidad.

Masayuki Kuzuhara, profesor asistente en el Centro de Astrobiología en Tokio, destacó la importancia del descubrimiento: “Hemos encontrado el mundo más cercano, en tránsito, templado y del tamaño de la Tierra localizado hasta la fecha”. Esto podría proporcionar información sobre por qué la Tierra y Venus, a pesar de sus similitudes, tienen atmósferas muy diferentes.

El descubrimiento de Gliese 12 b se realizó gracias a los datos combinados del Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA y el Satélite de Caracterización de Exoplanetas (CHEOPS) de la Agencia Espacial Europea. Estas observaciones permitieron a los investigadores calcular la temperatura de equilibrio del exoplaneta y refinar su período orbital y radio.

Este hallazgo no solo es significativo para nuestro sistema solar, sino que también puede ayudar a determinar si las enanas rojas, las estrellas más comunes en nuestra galaxia, pueden albergar planetas templados con atmósferas, haciéndolos potencialmente habitables. Estudios anteriores han sugerido que hasta 4.500 millones de planetas potencialmente habitables podrían orbitar enanas rojas en la Vía Láctea, pero la evidencia ha sido escasa hasta ahora.