Una nueva investigación sugiere que los humanos han estado combatiendo el cáncer durante más tiempo del que se pensaba. Científicos han descubierto evidencia arqueológica de que los antiguos egipcios intentaron extirpar quirúrgicamente lesiones cancerosas hace más de 4.000 años.

Estudios previos habían encontrado que los médicos en el antiguo Egipto describieron con precisión ciertos tipos de cáncer, aunque una comprensión clara y tratamientos efectivos no aparecieron hasta mucho después en la historia. Para entender mejor cómo se consideraba el cáncer en esa región, científicos de España, Reino Unido y Alemania examinaron dos cráneos almacenados en la Colección Duckworth de la Universidad de Cambridge. El cráneo y la mandíbula de un espécimen, conocido como 236, pertenecieron a un hombre de unos treinta años, que vivió entre 2687 y 2345 a.C.; el otro cráneo, espécimen E270, perteneció a una mujer mayor de 50 años, que vivió entre 663 y 343 a.C.

Utilizando un microscopio, los investigadores encontraron grandes lesiones cancerosas en ambos cráneos, que habían causado daños tisulares generalizados. El cráneo 236 mostraba lesiones más pequeñas por todo el cráneo, probablemente una señal de cáncer avanzado y metastatizado. Sin embargo, los investigadores también encontraron marcas de corte alrededor de las lesiones en el cráneo 236, lo que sugiere que sus médicos intentaron extirpar quirúrgicamente el cáncer con instrumentos de metal.

Si este descubrimiento es genuino, sería el primer caso documentado de tratamiento quirúrgico del cáncer en la historia de la humanidad. Sus hallazgos fueron publicados en la revista Fronteras en la Medicina. "Éramos muy escépticos al principio cuando vimos las marcas de corte en el tumor a través del microscopio, aunque eran muy claras", dijo Edgard Camarós, paleopatólogo de la Universidad de Santiago de Compostela en España. "Nos tomó un tiempo darnos cuenta de que estábamos visualizando la evidencia de un hito en la historia de la medicina".

Aunque la cirugía puede tratar algunos cánceres sólidos, es más eficaz cuando los tumores se detectan y localizan temprano. Dado el estado del cráneo 236 y la conclusión de que las marcas de corte fueron perimortem (hechas poco antes de la muerte), es casi seguro que este tratamiento estaba condenado al fracaso. También es posible que los cortes se hicieran poco después de la muerte, lo que indicaría que los médicos del antiguo Egipto estaban tratando de entender esta enfermedad mucho antes de que se formalizara el término "cáncer".

El equipo espera que su trabajo proporcione nuevos conocimientos sobre los orígenes de la atención médica y sobre las personas del antiguo Egipto. Sin embargo, los restos arqueológicos a menudo están incompletos, lo que significa que diferentes científicos pueden interpretar la evidencia de diversas maneras.

Además, el equipo cree haber encontrado evidencia de que el cráneo E270 sufrió y recibió tratamiento exitoso por una lesión traumática en el pasado, lo que podría indicar que la mujer estuvo involucrada en algún conflicto en la zona. Se necesitarán más investigaciones para verificar esta intuición y confirmar sus hallazgos sobre el cáncer en el mundo antiguo.