El notorio cúmulo de manchas solares AR3664 ha regresado, después de desatar la tormenta geomagnética más fuerte en más de 20 años. Este grupo de manchas solares está nuevamente visible y sigue emitiendo grandes cantidades de radiación al espacio.
El lunes, el Centro de Predicción del Tiempo Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) grabó una erupción solar en el extremo sureste del Sol. La mancha solar AR3664 es probablemente responsable de esta erupción, clasificada como un fuerte X2.8. La última vez que AR3664 fue visible, había crecido hasta casi 124,300 millas (200,000 kilómetros), convirtiéndose en una de las regiones más activas del Sol durante el ciclo solar actual. A medida que el Sol gira sobre su eje, la mancha solar quedó oculta de nuestra vista durante aproximadamente dos semanas, pero ahora ha vuelto.
El cúmulo está girando gradualmente hacia la Tierra nuevamente, apareciendo desde la región sureste del Sol. Los científicos estelares han notado que AR3664 no ha disminuido su actividad desde que desató una tormenta solar en la Tierra mientras aún estaba oculto a nuestra vista. La nave espacial Solar Orbiter de la NASA observó una llamarada solar de clase X12 en erupción desde esta violenta mancha solar, lo que resultó en una enorme eyección de masa coronal en el lado del Sol que mira lejos de nosotros.
Si la mancha solar continúa liberando partículas cargadas desde la superficie del Sol, podría resultar en otra tormenta solar. La tormenta geomagnética anterior, ocurrida este mes, alcanzó una calificación de G5, el nivel más alto en la escala de tormentas geomagnéticas. La radiación emitida por el Sol provocó interrupciones en la red eléctrica y apagones de radio, afectando diversas tecnologías e infraestructuras. Sin embargo, también resultó en auroras coloridas y espectaculares en los cielos nocturnos de gran parte del mundo.
Es posible que veamos más auroras en las próximas semanas, aunque se espera que el Sol no interfiera demasiado con nuestra tecnología. Este fenómeno, si bien es impresionante visualmente, puede tener repercusiones significativas en nuestro entorno tecnológico, lo que subraya la necesidad de seguir monitoreando y preparándonos para tales eventos solares.